Regulación de la práctica de la Medicina Veterinaria en Animales de Compañía en el entorno europeo. Una visión comparativa con la regulación española.

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Introducción:

La regulación de la práctica veterinaria en animales de compañía varía entre países europeos. El objetivo de tal regulación pretende ser el garantizar un ejercicio profesional cualificado y el uso responsable de medicamentos.

A raíz de los últimos acontecimientos producidos en el ámbito de la clínica de animales de compañía en España, debido a la entrada en vigor del RD 666/2023, voy a realizar un análisis comparativo de las normativas de varios países europeos (como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Países Bajos) en cinco aspectos clave, contrastándolos con el marco español vigente.

Entremos en materia:

1.- Estructura de la regulación veterinaria en distintos países

España: La veterinaria es una profesión (no correctamente) regulada como sanitaria, requiriendo título oficial (licenciado/graduado) y colegiación obligatoria en un Colegio Oficial de Veterinarios. La Organización Colegial Veterinaria (OCV), corporación de derecho público, agrupa a los colegios provinciales y supervisa la deontología profesional. Solo pueden ejercer quienes estén colegiados y habilitados oficialmente (OCV, 2018). La autoridad competente es el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), coordinado con los ministerios de Universidades y Sanidad.

Francia: Regulada por el Código Rural y de Pesca Marítima. La Ordre National des Vétérinaires es el órgano público bajo el Ministère de l’Agriculture. Se exige nacionalidad UE (con excepciones), título veterinario homologado (francés o validado por Directiva europea) y dominio del francés (agriculture.gouv.fr). Es obligatoria la inscripción previa en el Tableau de l’Ordre para ejercer (Code Rural, art. L241-1).

Alemania: La profesión está regulada parcialmente por normativa federal (Bundestierärzteordnung – BTÄO). Se requiere Approbation (licencia estatal) otorgada por la autoridad sanitaria regional (Land) tras obtener título homologado por la UE. Cada Land tiene un colegio veterinario regional (Tierärztekammer) de colegiación obligatoria, coordinados federalmente por la Bundestierärztekammer, encargados de supervisar ética y deontología.

Italia: La profesión se rige por ley mediante los Ordini provinciali coordinados por la Federación Nacional FNOVI, bajo tutela del Ministero della Salute. Para ejercer legalmente, es necesario título universitario oficial (“laurea magistrale”), aprobar un examen nacional y colegiarse en el Albo provincial. Los Ordini y la FNOVI aplican códigos éticos y sanciones disciplinarias.

Reino Unido: La regulación corresponde al Royal College of Veterinary Surgeons (RCVS), entidad establecida por ley (Veterinary Surgeons Act 1966). Exige colegiación obligatoria en el RCVS, título reconocido y cumplir requisitos lingüísticos y de residencia. El RCVS gestiona el registro nacional, establece códigos éticos y realiza procedimientos disciplinarios independientes, colaborando con el Department for Environment, Food & Rural Affairs (DEFRA).

Países Bajos: Profesión regulada por la Ley del ejercicio veterinario (Wet op de uitoefening van de diergeneeskunde). Se exige inscripción obligatoria en el registro estatal Diergeneeskunderegister gestionado por el Ministerie van Landbouw. La afiliación al KNMvD (Koninklijke Nederlandse Maatschappij voor Diergeneeskunde) es voluntaria. La supervisión corresponde directamente al Estado mediante el registro oficial y la Inspección de Salud Agroalimentaria (NVWA).

Otros ejemplos destacados en Europa:

  • Portugal: Título de Mestrado Integrado en Veterinaria (5-6 años) y registro obligatorio en la Ordem dos Médicos Veterinários (OMV). La cédula profesional emitida por la OMV es imprescindible para firmar recetas y realizar actos clínicos.
  • Suiza: Título federal (o extranjero homologado), autorización cantonal obligatoria e inscripción en el Registre des métiers de la santé. Es habitual la afiliación voluntaria a la Sociedad de Veterinarios Suizos (SVS). La autorización cantonal es obligatoria para gestionar farmacias veterinarias propias (Hausapotheke).
  • Suecia: Título oficial («veterinär») y legitimación obligatoria otorgada por la Junta de Agricultura Sueca (Jordbruksverket). Este registro oficial es requisito imprescindible para ejercer clínicamente o prescribir medicamentos.
  • Noruega: Grado veterinario (6 años) y autorización obligatoria del Mattilsynet (Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria). La inscripción en el registro oficial noruego es imprescindible para ejercer.

Conclusión comparativa: España comparte con casi todos los países del entorno la obligatoriedad de colegiación bajo tutela ministerial. Reino Unido delega en un único colegio nacional (RCVS), mientras Países Bajos ejerce regulación estatal directa, con asociación profesional voluntaria. En todos los casos, se exige titulación homologada y registro oficial habilitante antes de ejercer.

2.- Normativa sobre prescripción y uso de medicamentos veterinarios

España – prescripción y dispensación: España: La normativa española exige receta veterinaria obligatoria para los medicamentos veterinarios sujetos a prescripción. El veterinario clínico, como profesional sanitario habilitado, es el único autorizado para prescribir medicamentos para los animales bajo su cuidado. Respecto a la dispensación, en España rige el principio de monopolio farmacéutico: la venta al público de medicamentos veterinarios corresponde a farmacias u otros establecimientos minoristas autorizados, no a los centros veterinarios (boe.es). De hecho, está prohibido que un veterinario combine en la misma ubicación la actividad clínica (prescripción) con la venta al detalle de medicamentos. Por tanto, tras la consulta, el veterinario expide la receta (en papel autocopiativo oficial o en formato electrónico) y el tutor adquiere el medicamento en la farmacia.

Excepción: la normativa permite la cesión de medicamentos por el veterinario, sin ánimo de lucro, en ciertos supuestos para asegurar el inicio del tratamiento. La “cesión” consiste en entregar al tutor una pequeña cantidad del fármaco de la botiquín veterinario del centro (p.ej., dosis inicial de antibiótico) para no demorar el tratamiento, siempre dejando constancia en la historia y con receta firmada que ampare el resto del tratamiento. Sin embargo, el veterinario no puede dispensar de forma rutinaria medicamentos al público.

En resumen, en España la dispensación está externalizada a farmacias, quedando el veterinario enfocado en prescribir y tratar, con posibilidad de administrar o ceder medicamentos solo para asegurar el tratamiento inmediato.

El RD 666/2023 introduce la obligación de notificar electrónicamente todas las prescripciones de antimicrobianos a una base de datos central, denominada PRESVET (Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos). A través de PRESVET (gestionado por MAPA), los veterinarios comunican los datos de cada receta de antibióticos –principio activo, duración, animal, etc.–, ya sea ingresándolos directamente o mediante las plataformas electrónicas de receta que estén conectadas al sistema.

Cabe señalar que, dado que esto supone una carga importante para clínicas de pequeños animales. Se estableció una vacatio legis: hasta enero de 2025 no era obligatorio notificar las recetas de antibióticos en animales de compañía.

Además, el RD español exige que los antibióticos se clasifiquen y utilicen con loscriterios establecidos en una cascada de prescripción estricta.

Francia – prescripción y dispensación: En Francia, la prescripción de medicamentos veterinarios corresponde exclusivamente a veterinarios colegiados (inscritos en la Ordre) según el Código de Salud Pública (CSP art. L5143-5). La gran mayoría de fármacos veterinarios (ej. antibióticos, antiparasitarios internos, antiinflamatorios, vacunas) son de prescripción veterinaria obligatoria.

Francia aplica el concepto de “liste des substances vénéneuses” que agrupa medicamentos de uso veterinario sujetos a control. Los medicamentos veterinarios sin receta son escasos (principalmente algunos antiparasitarios externos y productos de higiene). Un detalle del modelo francés es la separación parcial entre prescripción y dispensación: por ley, solo los farmacéuticos (farmacias) y los veterinarios pueden dispensar medicamentos veterinarios, pero con matices. En la práctica, los veterinarios en Francia pueden dispensar directamente a sus clientes los medicamentos que ellos mismos prescriben pero están obligados a informar al tutor de su derecho a elegir la dispensación en farmacia (https://www.veterinaire.fr/).

Cuando la receta veterinaria es de un medicamento de uso humano para un animal (uso cascada), solo las farmacias están autorizadas a dispensarlo al tutor. El veterinario, en ese caso, extiende la receta, pero el tutor debe ir a la farmacia con ella (el veterinario no suele tener stock de medicamentos de etiqueta humana).

Francia ha implementado desde 2018 la receta electrónica obligatoria en ciertos casos, aunque de forma progresiva. Existe un sistema informático (éventuellement géré par ANSES) para registrar recetas de antibióticos en ganadería, pero en animales de compañía la notificación electrónica no es aún universal. No obstante, Francia sí impone otras medidas de control: por ejemplo, desde 2016 exige que antes de usar antibióticos de importancia crítica (CIAs) en veterinaria, se realice un antibiograma (prueba de sensibilidad) siempre que sea posible .

Un decreto de 2016 lista qué antibióticos se consideran “d’importance critique” y obligan al antibiograma previo (p. ej. fluoroquinolonas, cefalosporinas de última generación). Esto busca asegurar que esos fármacos solo se usan si son indispensables. Asimismo, Francia excluye del uso veterinario ciertos medicamentos humanos (https://www.veterinaire.fr/), por lo que la farmacia solo puede dispensar un medicamento de uso humano para animales si no existe equivalente veterinario autorizado y que no esté en la lista prohibida.

En cuanto a venta directa, tradicionalmente en Francia los veterinarios tenían el llamado “droit de délivrance” y podían vender medicamentos veterinarios desde sus clínicas (déposit de médicaments vétérinaires). Esto sigue permitido, pero bajo supervisión: deben llevar un registro (ordonnancier) de los medicamentos dispensados, incluyendo número de lote, y cumplir normativas de almacenamiento.

Las farmacias, por su parte, dispensan medicamentos veterinarios con receta igual que medicamentos humanos (salvo que no pueden sustituir un fármaco por equivalente genérico en veterinaria sin acuerdo, a diferencia de la sustitución automática en humana).

Los medicamentos veterinarios sin receta pueden comprarse en farmacias libremente e incluso, algunos productos como antiparasitarios externos, en tiendas de mascotas autorizadas.

Alemania – prescripción y dispensación: Alemania aplica estrictamente el principio de prescripción obligatoria para medicamentos veterinarios que requieren control. La gran mayoría de fármacos para animales de compañía (antibióticos, analgésicos, tratamientos hormonales, etc.) son apothekenpflichtig (de venta en farmacia o por veterinario) y requieren receta veterinaria. Alemania cuenta con su propio Tierarzneimittelgesetz (TAMG) desde 2022, que sustituyó la regulación anterior, para implementar el Reglamento (UE) 2019/6. El TAMG distingue entre medicamentos veterinarios de dispensación exclusiva (Rx) y productos libremente comercializables. El artículo 40 TAMG establece que los medicamentos veterinarios sujetos a receta “solo pueden dispensarse a través de farmacias o de la Hausapotheke de un veterinario” (tentaconsult.de).

La tierärztliche Hausapotheke es la autorización que tiene un veterinario clínico para poseer y suministrar medicamentos en su consulta. En Alemania, es habitual que el veterinario dispense directamente: tras la consulta, el cliente suele llevarse el medicamento de la clínica. Esto es legal siempre que el veterinario tenga registrada su Hausapotheke y lleve la buchführung (registro detallado de entradas y salidas de fármacos, por lote, fecha, destinatario).

Alternativamente, el veterinario puede emitir una receta para que el tutor adquiera el producto en farmacia (por ejemplo, si no lo tiene en stock). Ciertas sustancias (p. ej. anestésicos, opioides) están además sujetas a la ley de estupefacientes y requieren recetas especiales.

Con el nuevo TAMG, en vigor 2022-2023, se extendió la obligación de registro electrónico de todos los antibióticos que use el veterinario, incluso en mascotas.El TAMG exige que los veterinarios reporten semestralmente la cantidad de antibióticos utilizados en todas las especies (HI-Tier Antibiotika-Datenbank).

Alemania no cuenta todavía con una receta electrónica nacional unificada para clínica de pequeños animales, pero el registro de antibióticos sí está unificado.

Respecto a medicamentos sin receta, Alemania permite venta libre de algunos Arzneimittel für Tiere que se consideran de bajo riesgo (similar a OTC humanos): vitaminas, suplementos, antiparasitarios externos básicos, etc., que pueden venderse incluso en droguerías o internet.

Italia – prescripción y dispensación: Italia se rige por el Decreto Legislativo 193/2006 (y sus actualizaciones, últimamente el D.Lgs. 218/2023) en materia de medicamentos veterinarios. La prescripción veterinaria es obligatoria para antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos, antimicóticos sistémicos, sedantes, vacunas, etc. y en general para cualquier medicamento veterinario con categoría legal de receta (casi todos salvo algunos tópicos o complementos).

Una de los puntos clave es que los veterinarios clínicos pueden suministrar medicamentos de su propio stock directamente al dueño del animal (o al ganadero, en el caso de animales de producción). El artículo 37 del D. Lgs. 218/2023 autoriza al medico veterinario, en el ejercicio de su actividad, a entregar medicamentos veterinarios de su reserva al propietario del animal, incluso por unidades o fracciones necesarias para iniciar el tratamiento prescrito, garantizando así el bienestar inmediato del animal​ (anmvioggi.it ). Esta “cesión” directa por parte del veterinario se introdujo para facilitar el comienzo rápido de la terapia, algo que antes no era plenamente posible bajo el antiguo marco legal.

Trazabilidad: La norma impone estrictos requisitos de trazabilidad a esta dispensación directa. El veterinario debe registrar en el sistema informático nacional de trazabilidad cada medicamento (o fracción de medicamento) que entregue al propietario del animal, dentro de un plazo máximo (ampliado a 7 días)​

Italia fue de los primeros en implantar la ricetta veterinaria elettronica (REV) obligatoria. Desde 2019, todas las recetas veterinarias en Italia son electrónicas, registradas en el Sistema Informativo del Ministerio de Salud.

Sobre medicamentos sin receta: Italia permite la venta sin receta de medicinali veterinari ad uso ZOOTECNICO (productos menores como desinfectantes, algunos antiparasitarios externos, etc.) en establecimientos autorizados.

Reino Unido – prescripción y dispensación: El Reino Unido clasifica los medicamentos veterinarios en varias categorías legales bajo las Veterinary Medicines Regulations (VMR). Las principales categorías son: POM-V (Prescription Only Medicine – Veterinarian), que solo pueden ser prescritos por un veterinario y dispensados por veterinario o farmacéutico; POM-VPS (Prescription Only Medicine – Vet, Pharmacist, SQP), que requieren prescripción pero esta puede ser emitida por un veterinario, farmacéutico o SQP (Suitably Qualified Person, figura para medicamentos de animales de granja y algunos de compañía); NFA-VPS (Non-Food Animal – Vet, Pharmacist, SQP), que no requieren una “receta” formal pero sí dispensación bajo asesoramiento de uno de esos profesionales (típicamente antiparasitarios para mascotas); y AVM-GSL (Authorised Veterinary Medicine – General Sales List), productos veterinarios de venta libre general (english.cbg-meb.nl).

En la práctica británica de animales de compañía, el veterinario, tras examinar al animal puede: dispensar el medicamento en la clínica (muy común, la mayoría de clínicas tienen stock y venden al cliente directamente) o emitir una prescripción escrita para que el tutor lo adquiera en una farmacia humana o farmacia veterinaria online. El tutor puede también solicitar una written prescription para comprar, por ejemplo, un medicamento más barato en internet.

Asimismo, los veterinarios deben seguir el código de prescripción responsable: recetar solo lo necesario, evitar incentivos financieros, etc.

El Reino Unido no tiene un sistema nacional de receta electrónica veterinaria unificado a 2025.

En resumen, el control británico se basa más en la inspección periódica de clínicas por la VMD (que revisa registros de medicamentos controlados, almacenamiento, cumplimiento de VMR) y en la disciplina profesional vía RCVS, más que en bases de datos centralizadas.

Países Bajos – prescripción y dispensación: Los Países Bajos tienen un enfoque integrado “one health”. La mayoría de medicamentos veterinarios importantes son de prescripción obligatoria (URA/UDA). La legislación neerlandesa distingue: UDA (“Uitsluitend Door dierenarts Af te leveren”), que significa medicamentos solo dispensables por un veterinario, y URA (“Uitsluitend op Recept Afleverplichtig”), dispensación solo con receta (english.cbg-meb.nl).

En la práctica actual, tras el Reglamento 2019/6, la terminología URA/UDA se equipara a POM-V. Según la autoridad holandesa CBG-MEB, un veterinario en ejercicio posee legalmente una licencia de venta minorista por ministerio de su registro profesional, lo que le autoriza a suministrar medicamentos veterinarios de receta a los tutores de los animales que estén bajo su supervisión.

Las clínicas veterinarias neerlandesas pueden dispensar directamente los fármacos que recetan a sus pacientes sin requerir farmacia externa. Sin embargo, si un veterinario desea vender medicamentos a animales que no están bajo su cuidado (es decir, funcionar como una farmacia veterinaria general), necesitaría una licencia adicional.

Holanda es muy estricta en uso de antibióticos: ya desde 2012 estableció cuotas y objetivos de reducción en ganadería, y para animales de compañía existen guías clínico-terapéuticas (formularios) desarrolladas por la KNMvD para regular la prescripción.

No obstante, no hay por ley una base de datos nacional obligatoria de receta veterinaria para mascotas. En su lugar, la inspección (NVWA) audita aleatoriamente clínicas y veterinarios.

En resumen (si has llegado leyendo hasta aquí con vida…), en todos los países analizados la regla general es que los antibióticos y otros medicamentos relevantes para animales de compañía solo se usan con prescripción veterinaria. Las diferencias radican en quién puede dispensar: España, Francia, Alemania, NL y Reino Unido permiten que los propios veterinarios dispensen directamente al tutor (con distintos grados de libertad), mientras Italia lo prohíbe, reservándolo a farmacias.

3.- Restricciones sobre el uso de medicamentos de uso humano en veterinaria

El uso de medicamentos de uso humano en animales (llamado prescripción en cascada u off-label) está sometido a restricciones en toda Europa. El Reglamento (UE) 2019/6 establece una jerarquía de uso: el veterinario debe utilizar preferentemente medicamentos autorizados para veterinaria; solo en caso de no existir un fármaco veterinario apropiado para tratar la dolencia de un animal determinado, puede excepcionalmente recurrir a un medicamento autorizado para otra especie o a un medicamento de uso humano (https://www.veterinaire.fr/)

Esta “cascada” está permitida cuando no hay alternativas comerciales veterinarias.

Además, la UE ha reforzado las restricciones: desde enero de 2022 está prohibido en toda la UE utilizar en animales ciertos antibióticos reservados exclusivamente a humanos (Reglamento Delegado 2021/1760, art. 37 del Reg. 2019/6). En 2022 la Comisión publicó la lista de antimicrobianos de uso solo humano – por ejemplo, antibióticos de última línea como linezolid, vancomicina, daptomicina, carbapenémicos, etc. – que ningún veterinario en la UE puede recetar a ningún animal bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en cascada, debido al riesgo de resistencias. Esta lista de “antimicrobianos prohibidos en veterinaria” se aplica por igual en España, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, etc.

España: Históricamente, en España muchos veterinarios de pequeños animales recurrían a medicamentos humanos. Sin embargo, con el nuevo Real Decreto 666/2023 se ha alineado la normativa con el principio de que solo se usen medicamentos humanos en animales si no existe alternativa veterinaria autorizada adecuada.

El RD 666/2023 prohíbe explícitamente que los distribuidores suministren medicamentos de uso humano a veterinarios, salvo para su uso clínico bajo las condiciones del Reglamento (UE) (art. 34 RD 666/2023). boe.es.

En la práctica, esto significa que un veterinario español ya no puede prescribir un fármaco de uso humano a un animal si existe algún medicamento veterinario autorizado para esa indicación o principio activo. Solo se permite cuando se cumple la cascada (arts. 112-114 del Reg. 2019/6).

Esta restricción ha generado controversia en el sector de animales de compañía en España, pues eleva el coste para el cliente y puede dificultar tratamientos en caso de desabastecimientos de fármacos veterinarios.

El RD 666/2023 de España incorpora también la lista europea de antibióticos vetados: en consecuencia, ciertos antibióticos humanos críticos no podrán usarse en absoluto en animales, ni siquiera alegando falta de alternativa (p. ej. linezolid, teicoplanina, tigeciclina, etc., según la lista UE 2022).

Además, establece categorías de antibióticos veterinarios (Anexo I) de forma que solo se puedan recetar los de categoría más alta cuando los de categoría inferior no sean eficaces, implementando así un escalonamiento terapéutico.

En resumen, España se ha vuelto muy estricta: se permite la cascada, pero limitada a verdaderas lagunas terapéuticas.

Francia: Francia también aplica la cascada bajo condiciones similares. Desde antes de 2022 ya tenía listados nacionales de medicamentos humanos prohibidos en veterinaria. Según la Orden del 8 de marzo de 2012 (Arrêté du 8/3/2012), en Francia “numerosos antibióticos están excluidos (de uso veterinario), así como medicamentos de prescripción restringida” (https://www.veterinaire.fr/)

En particular, antibióticos críticos como las cefalosporinas de 3ª/4ª generación, o ciertas fluoroquinolonas de uso hospitalario, estaban vetados salvo indicación muy justificada. En la práctica francesa: si un veterinario necesita usar un medicamento humano (porque no hay equivalente veterinario), debe hacerlo bajo receta veterinaria para uso en cascada, y esa receta será surtida por un farmacéutico.

La ANMV (Agencia Nacional de Medicamentos Veterinarios) francesa supervisa estas prescripciones excepcionales.

Alemania: Alemania incorporó las reglas de la cascada en el TAMG sin añadir restricciones económicas. El TAMG y el Reglamento UE permiten a veterinarios alemanes usar un medicamento humano en un animal de compañía solo si no existe un fármaco veterinario autorizado adecuado para esa enfermedad/especie (tentaconsult.de).

Asimismo, Alemania asignó un factor de ponderación en el cálculo de consumo para antibióticos críticos (colistina, fluoroquinolonas, cefalosporinas 3ª/4ª gen) para desincentivar su uso.

Italia: Italia tuvo un enfoque único al autorizar el uso de medicamentos humanos por motivos económicos. En mayo de 2021, el Ministerio de Salud italiano emitió un decreto que permite a los veterinarios recetar medicamentos de uso humano para mascotas cuando sean más baratos que el equivalente veterinario, siempre que contengan el mismo principio activo y que dicho medicamento humano no esté en la lista de uso restringido.

Esta medida buscó “garantizar un acceso más equitativo a los cuidados” abaratando costos para los tutores (Cursano & Ovidi, 2021).

Ahora bien, con la entrada en vigor del Reglamento (UE) 2019/6 en 2022, esta excepción italiana quedó en entredicho.

Eel nuevo decreto 218/2023 no menciona explícitamente la cascada de medicamentos humanos, dejándola sujeta a las reglas europeas (anmvioggi.it)

Esto implica que, al armonizarse con la norma UE, Italia podría haber perdido la base legal para seguir usando la excepción de coste. Sin embargo, hasta confirmación oficial, es posible que en la práctica los veterinarios italianos sigan aplicando esa directriz 2021 cuando no contravenga la UE (es decir, mientras el medicamento humano no esté prohibido y sea misma sustancia). En cualquier caso, Italia acata la lista de antibióticos reservados: ningún veterinario puede recetar, por ejemplo, ciertos antibióticos humanos exclusivos.

Reino Unido: Tras el Brexit, el Reino Unido adoptó en esencia las mismas normas de cascada que regían bajo la UE. El RCVS Code estipula que un veterinario solo debe usar un medicamento no autorizado en animales (incluyendo medicamentos humanos) si no hay un medicamento veterinario autorizado adecuado para esa condición (rcvs.org.uk).

La secuencia en UK es: 1.º medicamento veterinario para otra especie o condición; 2.º medicamento humano autorizado en UK (o medicamento veterinario autorizado en la UE, ya que Reino Unido permite considerar productos EU bajo ciertas licencias); 3.º fórmula magistral preparada ex profeso; 4.º excepcionalmente, importar un medicamento veterinario extranjero con permiso especial. Esto es prácticamente idéntico a la cascada UE.

El Reino Unido no está obligado por la lista UE de antibióticos reservados, pero voluntariamente ha mantenido la prohibición de usar en animales antibióticos como carbapenems, glycopeptidos y otros críticamente importantes en humana.

Países Bajos: Los veterinarios neerlandeses también se ciñen a la cascada: solo recurren a fármacos humanos en ausencia de alternativas veterinarias. La inspección puede pedir justificación de cualquier prescripción inusual. Holanda es particularmente estricta en prohibir la profilaxis rutinaria con antibióticos y en evitar sustancias no autorizadas. A través de guías (formulario veterinario) indican qué hacer en caso de falta de medicamentos.

Comparación con RD 666/2023 (España): El RD 666/2023 español representa una de las normativas más estrictas en cuanto a uso de medicamentos humanos en veterinaria, similar a la línea francesa.

España refuerza esta política con duras sanciones (ver sección 4) en caso de incumplimiento.

Todos los países UE comparten ya la prohibición de antimicrobianos reservados.

4.- Sanciones y control de la práctica veterinaria (prescripción indebida)

España: El Real Decreto 666/2023 dedica el capítulo X al régimen de inspección y sanciones.

En concreto, en veterinaria se consideran infracciones graves: prescribir sin examen previo, expedir recetas sin requisitos formales, suministro de fármacos sin receta obligatoria, o uso de medicamentos prohibidos en animales. Las multas pueden oscilar entre 3.001€ y 90.000€ (grave) y hasta 1.000.000 € si es muy grave con peligro para la salud pública (p. ej. suministro fraudulento de antibióticos a gran escala).

Una medida de control preventiva en España es la inspección periódica de clínicas veterinarias por parte de las Comunidades Autónomas (servicios de salud pública o de agricultura). Inspeccionan almacenamiento de medicamentos, libros de registro de estupefacientes, cumplimiento de receta, etc. Por otro lado, con la llegada de PRESVET, si un veterinario no notifica sus recetas de antibióticos podría incurrir en infracción leve o grave según casos.

Francia: En Francia, las sanciones pueden ser tanto disciplinarias (vía Ordre des Vétérinaires) como penales/administrativas (vía Code de Santé Publique y Code Rural). El Ordre puede juzgar faltas deontológicas.

La venta ilegal de medicamentos veterinarios es un delito en Francia: el CSP prevé multas elevadas e incluso penas de cárcel para quien distribuya medicamentos sin autorización o sin respetar receta (aplicable a veterinarios o farmacéuticos).

Francia tiene un cuerpo de inspectores de farmacias y de servicios veterinarios que supervisan clínicas.

Alemania: En Alemania, las Tierärztekammern pueden tomar acciones disciplinarias contra veterinarios por mala praxis en prescripción. Pero el aspecto punitivo más notable está en la ley: el TAMG y la Ley de Medicamentos (AMG) establecen infracciones.

Dichas infracciones administrativas pueden conllevar multas considerables (varios miles de euros). Si un veterinario reincide o comete fraude puede enfrentar cargos penales según el Código Penal alemán y la AMG.

Alemania ha tipificado como delito algunas conductas: “Wer Tierarzneimittel entgegen den Zulassungsbedingungen anwendet…” (Quien administre medicamentos veterinarios contrariando las condiciones de autorización…) (gesetze-im-internet.de)

Italia: Italia prevé sanciones en el D.Lgs. 193/2006 (que implementaba la Dir. 2001/82) y ahora en el D.Lgs. 218/2023. Hay un capítulo de “Sanzioni” que establece multas por: dispensar sin receta, no registrar tratamientos, violar la prohibición de venta directa, etc.

En cuanto a receta electrónica (REV), si un veterinario intenta eludirla o falsear datos, el sistema lo detecta y puede ser sancionado administrativamente. Italia tiene inspectores de ASL (Azienda Sanitaria Locale) que controlan las scorte de medicamentos en clínicas; irregularidades (como fármacos sin factura de compra, indicando posible obtención ilícita) pueden llevar a denuncias a Guardia di Finanza o a la fiscalía, dado que involucran también aspectos fiscales y de salud pública. (fnovi.it)

Reino Unido: En el Reino Unido, el mecanismo principal de control es la disciplinaria profesional a través del RCVS. El RCVS puede investigar a un veterinario por “serious professional misconduct” si hay quejas o evidencias de prescripción inapropiada. Por ejemplo, la RCVS ha considerado que “reportar casos de uso indebido de recetas es de interés público” (rcvs.org.uk).

La VMD realiza inspecciones rutinarias en consultorios: si encuentra incumplimientos menores, emite requerimientos de corrección; si son mayores (p. ej. suministro de POM-V sin ver al animal), podría emitir una Improvement Notice formal e informar al RCVS. En última instancia, el veterinario podría perder la autorización para dispensar o su estatus en el registro. El Reino Unido también involucra a la policía en casos de tráfico de drogas veterinarias (por ejemplo, si un veterinario desvía opioides a uso ilícito, puede ser arrestado bajo la Misuse of Drugs Act).

Países Bajos: En Países Bajos, la Inspección (IGJ/NVWA) puede imponer sanciones administrativas considerables. Además, existe un Tribunal disciplinario veterinario (similar al médico) donde se pueden presentar quejas contra veterinarios por mala práctica. Un veterinario que prescriba antibióticos sin necesidad podría ser llevado ante ese tribunal por colegas o autoridades. Las sanciones van desde amonestaciones hasta suspensión de la licencia temporal o definitiva.

El control de antibióticos es férreo: veterinarios con consumos anómalos en comparación con estándares podrían ser objeto de auditoría por la autoridad, exponiéndose a sanciones o publicación de sus datos (la transparencia es una herramienta: en sectores ganaderos, NL publica por rangos los veterinarios según uso de antibióticos).

Comparación general: España y Francia cuentan con regímenes sancionadores integrales (administrativo + colegial) que penalizan el abuso de la receta.

Alemania y NL enfatizan la vigilancia vía registros obligatorios y pueden retirar licencias en casos graves, además de multas.

Italia posee sanciones severas, pero su característica es prohibir de raíz la venta directa, de modo que un tipo de infracción presente en otros (veterinario vendiendo sin receta) allí es virtualmente inexistente legalmente.

Reino Unido confía en la autorregulación profesional, con el RCVS actuando estrictamente contra desviaciones, complementado por la VMD en la parte legal.

5.- Comparación estructurada con España

A lo largo de cada apartado se han indicado similitudes y diferencias. A modo de síntesis, se presenta una comparación puntual de España con los otros países en los temas tratados:

  • Organización profesional: España tiene un colegio profesional obligatorio (OCV) bajo tutela pública, igual que Francia, Italia y Alemania (estas con sus órdenes/cámaras). Reino Unido (RCVS) y Países Bajos (registro estatal) difieren en el modelo, aunque cumplen la misma función habilitadora. En todos los casos se exige titulación y registro; España no está sola en la colegiación obligatoria – es lo común en Europa continental.
  • Autoridad competente: En España el MAPA (Agricultura) es referencia en veterinaria, colaborando con Sanidad. Similar en Francia (Agricultura) y parcialmente en Alemania (a nivel Land). Italia lo ubica en Salud humana (peculiaridad italiana). Reino Unido y NL delegan en organismos profesionales o estatales específicos fuera del típico ministerio de salud o agricultura, pero cooperan con estos en políticas de medicamentos y salud pública.
  • Prescripción de medicamentos veterinarios: España obliga a receta para prácticamente los mismos tipos de medicamentos que el resto (antibióticos, etc.), siguiendo normativa UE. No hay grandes diferencias en qué requiere receta: todos coinciden en controlar antibióticos y fármacos potencialmente peligrosos.
  • Reino Unido tiene categorías intermedias (POM-VPS, etc.) que permiten más flexibilidad en antiparasitarios; España por su parte hasta ahora exige receta incluso para algunos antiparasitarios internos que en UK son semi-liberados. En general, la tendencia europea (y española con RD 666/2023) es aumentar las restricciones de prescripción, especialmente en antimicrobianos.
  • Dispensación por el veterinario vs farmacia: Aquí España, con mucha limitación, eso sí, está en el grupo que sí permite al veterinario ceder directamente medicamentos a sus pacientes (como Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos).
  • Receta electrónica y bases de datos: España con PRESVET (2023) e Italia con REV (2019) han implementado sistemas nacionales avanzados. Alemania tiene reporte obligatorio de antibióticos (2022). Francia tiene requisitos de antibiogramas pero no base de datos para compañía aún; Reino Unido no tiene base de datos central.
  •  Países Bajos también digitaliza mucho, pero no hay un registro centralizado de recetas de mascotas.
  • Uso de medicamentos humanos (“cascada”): España ahora es muy estricta: solo si no existe alternativa veterinaria, prohibido si hay equivalente. Francia y Alemania igual de estrictos (de hecho, Francia ya excluía muchos antibióticos humanos).
  • Reino Unido y NL siguen el mismo principio, aunque quizás con menos imposición legal y más guía profesional.
  • Control de antibióticos: Todos los países han endurecido las medidas contra la resistencia antimicrobiana. España y Alemania obligan a notificar recetas de antibióticos. Italia recopila datos vía receta electrónica. Francia obliga antibiogramas y limita por decretos específicos. Reino Unido, aunque fuera de la UE, mantiene restricciones similares (prohibición de uso preventivo colectivo, etc., vía VMR 2022).
  • Sanciones: El marco sancionador español (multas, suspensión colegial) es comparable al de Italia o Francia en severidad monetaria y potestad de suspender al profesional. Alemania y NL usan más la retirada de licencia y sanciones administrativas, que en cuantía pueden ser similares. Reino Unido confía en la expulsión del registro por mala conducta (lo que en la práctica es la peor sanción, pues impide ejercer de por vida).

Destacar que, en España, al integrar la veterinaria en la legislación general de medicamentos, las penas pueden ser equiparables a las del sector humano cuando hay perjuicio a salud pública.

Referencias:

  • BOE (2023). Real Decreto 666/2023, de 18 de julio, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios. Boletín Oficial del Estado, núm. 172. pp. 104689-104735.
  • MAPA (2023). El Gobierno aprueba una norma para favorecer el uso prudente y responsable de los medicamentos veterinarios. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, nota de prensa 18 de julio de 2023 (mapa.gob.es)
  • Organización Colegial Veterinaria – OCV (2018). Código Deontológico para el ejercicio de la profesión veterinaria. (Esp.). Disponible en Colvet.es (medicamentoveterinario.colvema.org)
  • Ministère de l’Agriculture (Francia) (2021). Conditions d’exercice de la profession vétérinaire en France. [Página web oficial] (agriculture.gouv.fr, ordre.pharmacien.fr)
  • Bundestierärztekammer (Alemania) (2022). Abgabemengenerfassung von Antibiotika 2021 – BTK. Informe, Berlín. (tentaconsult.de)
  • BMEL (Alemania) (2022). Änderung des Tierarzneimittelgesetzes tritt am 01.01.2023 in Kraft. Nota de prensa 180/2022, Ministerio de Agricultura Alemán, 16 Dic 2022 (bmel.de)
  • FNOVI (Italia) (2015). FAQ Farmaco – Cessione del farmaco e scorta veterinaria. Federazione Naz. Ordini Medici Veterinari (fnovi.it).
  • Royal College of Veterinary Surgeons – RCVS (Reino Unido) (2021). Code of Professional Conduct for Veterinary Surgeons: Veterinary Medicines (Supporting Guidance) rcvs.org.uk.
  • Corte di Giustizia dell’UE (2018). Sentenza Colegiul Medicilor Veterinari din România vs. ANSVA (C-297/16) – Libertà di stabilimento e vendita di medicinali veterinari​.
  • Decreto Legislativo 7 dicembre 2023, n. 218. Adeguamento della normativa nazionale al Regolamento (UE) 2019/6 sui medicinali veterinari (GU Serie Generale, n.2 del 03-01-2024).​
  • Ministero della Salute (2024). FAQ – Adeguamento normativa nazionale al Reg. (UE) 2019/6 – D.Lgs. 218/2023. Direzione Generale Sanità Animale e Farmaci Veterinari​.
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